Tiempo atras, lei un librito no tan malo llamado "Dios vuelve en una harley".
En él Dios se reencontraba de forma directa con los seres humanos y les proponia a cada uno una serie de mandamientos que mejorarian su vida. Desde luego este es un libro de autoayuda.
Uno de los mandamientos era mas o menos asi: No levantes muros, los muros son peligrosos, hay q aprender a traspasarlos.
Sé que la metafora es bastante simplona, pero me sirve para expresar lo que quiero.
Y se refiere a no poner barreras que impidan una relacion mas directa y abierta con los demás. Lo cierto es que yo cuando era (aún) mas joven levante muchos muros, los muros sirven para protegerte, protegerte de cosas como las desilusiones, del amor no correspondido, de la falta de comprension, de la estupidez del hombre, etc. Cada vez que traspasaba los muros lo hacia con temor.
Con el tiempo, y siempre dentro de los muros, comence a conocerme mejor, a aceptarme. Luego de la aceptacion tuve que comenzar a traspasar los muros, de forma cuidadosa, timida y siempre observando para reconocer las fortalezas que tenia y tambien las debilidades... no fue facil... conocí, de forma un poco superficial, el odio y el amor (por suerte, no había un nexo humano entre los dos para mi) aunque por alguna razon me concentre un poco mas en el odio.. todas las cosas que me afectaban para bien o para mal fueron quedando marcadas en los muros.
Hoy, los muros son mas sencillos de traspasar, podria decir que tienen ventanas y puertas, el temor ahora se esconde.. las puertas no solo sirven para salir, sino tambien para dejar a la gente entrar.
pude derribar algunos muros, los que me parecieron mas ridiculos, estupidos, ilógicos ya que su base era muy debil
Sin embargo los muros aun estan ahi, me han acompañado. De vez en cuando miro las marcas dejadas para no olvidar lo que aprendi en ese tiempo.
Saludos.